Con las personas que he trabajado, puedo ver la diversidad de cuerpos, edades, necesidades y momentos de la vida. Y como para algunas personas un acercamiento a esta práctica tradicional puede sentirse lejano, desafiante o atemorizante
- Y es normal que algo así suceda! todos nuestros cuerpos tienen historias muy diversas, podemos ver la relación que cada un@ ha tenido con el movimiento durante la vida, y lo que para algunos es sencillo para otros va a requerir un trabajo mucho más largo y complejo.
- También es importante reconocer que transitamos por una gran variedad de momentos vitales y dolencias (Duelo, depresión, stress, ansiedad, etc) y algunas veces necesitamos una mirada sensible, que pueda acompañarnos en esa reconexión con nuestro cuerpo.